En ocasiones nos encontramos en casa de la abuela muebles viejos arrinconados, camuflados bajo una película de polvo y telarañas, y no sabemos qué hacer para darles vida.
   Además del valor sentimental que ostentan, nos pueden servir, una vez restaurados, como prácticos y efectivos mobiliarios y como elementos decorativos dentro de nuestro entorno hogareño. 
   En asunto de colores no hay nada escrito, lo mismo pasa con los gustos, donde cada uno puede darle rienda suelta a su imaginación y decorarlo a tono con el lugar donde va a ubicarlo.
   Este mobiliario antiguo como mesas, sillas, cómodas, arcas, etc., están a la vista en las mejores y más modernas viviendas, donde nadie podría imaginar que provienen del abandono y el olvido, muchos de ellos carcomidos y deteriorados.
   A continuación les mostramos algunas de mis recuperaciones, y gozamos gustosos de rescatar un poco de nuestro pasado, ocupando los sitios más llamativos de nuestro espacio familiar.